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La edad y la carrera profesional

Le 06/02/2023

Gestionar la carrera profesional es un equilibrio complejo entre el éxito, la imagen de sí mismo, la necesidad de aprender, la dignidad, la felicidad, la vida social, la seguridad, la vida familiar y el divertimiento.

Cualquiera que sea la mirada de cada uno sobre la gestión de carrera, un factor clave es la edad. La silla del jefe, la mirada del Head hunter, el juego de sillas musicales de los cambios de organigrama, todos están presentes en la mesa del tiempo.

Las etapas de la vida profesional

Percibimos fácilmente estos cambios en etapas esquemáticas:

Los 27 años, cuando soñamos demostrar nuestro valor eligiendo el trampolín para el éxito: el mundo sigue siendo un juego de adolescentes, donde la competitividad se mezcla con las risas y las juergas de la peña.
A los 33 años cuando uno tiene claro lo que puede hacer, y cree saber lo que quiere hacer: es hora de consolidar su imagen social y es indispensable para poder asumir compromisos.
Los 45 años, la búsqueda de sentido desmonta todo lo anterior: la definición de la felicidad, el egoísmo de la autenticidad.
Y por supuesto, los 55, donde el valor y la integridad introducen nuevos criterios que se alejan de todo lo tangible. Nadie duda que las emociones, necesidades, deseos, expectativas, incluso valores, cambien con la edad.

Nadie duda que el management cambia según la edad del mánager, y que el management debe adaptarse a la edad de sus colaboradores. Generación X, Y, o Z. Estos calificativos abordan los cambios de contextos y de entornos.

Quizás debamos estar atentos a las crisis que supone el cambio de edad. El cambio de edad es biológico. El campo biológico es un aspecto a veces olvidado por los RRHH: se trata del estudio de la relación con el trabajo, visto de forma diferente en función de la edad y del desarrollo de la persona.

Las crisis de edades

Autores diversos americanos y europeos (Levinson, Sheehy, Riverain Simard, Clavier) coinciden en que cada cuatro-cinco años, todos y cada uno de nosotros vivimos una crisis, mini o grande.

Una crisis con muchas preguntas. Estas preguntas son inteligentes, puesto que estamos vivos, y pendientes de la vida.

entre los 23 y los 27 años, cuando se descubre el nuevo planeta del mundo del trabajo.
entre los 28 y los 32 años, cuando se busca un camino prometedor.
entre los 33 y los 37 años, cuando somos los reyes del mundo en una autopista sin frenos.
entre los 38 y los 42 años, cuando aparecen primeras preguntas fundamentales.
entre los 43-47 años, cuando se busca un nuevo hilo conductor de nuestra historia.
entre los 48-52 años, cuando se decide modificar la trayectoria.
entre los 53-57 años, cuando se busca una vida idónea.
entre los 58-62 años, cuando se realizan proyectos más personales.
entre los 63-67 años, cuando descubrimos una nueva forma de vida.

La hipótesis planteada consiste en decir que las elecciones de una persona están fuertemente influidas por unas etapas de la vida, y corresponden a tramos de edades significativos. Cada tramo de edad favorece un vivido "personal" identificable en un conjunto de personas del mismo tramo de edad, y diferente del vivido del tramo de edad precedente o del siguiente. Cada tramo de edad corresponde a unos retos, a una crisis a superar, a la obligación de una negociación consigo mismo y de superación para poder afrontar la crisis siguiente. Cada una de estas crisis, viene a alimentar la gestión de carrera. Con preguntas nuevas en cada etapa, que solo se pueden entender llegado el momento.

La verdad es que gestionar nuestra carrera, es entretenido.